Contenido creado por Federico Pereira
Surf
¿El nuevo Gran Kahuna?

Un guardavidas de Hawái ganó el “Super Bowl del surf”, que homenajea a un colega suyo

Un surfista uruguayo que estuvo ahí contó que hubo olas de más de ocho metros el día que Luke Shepardson se consagró campeón del “Eddie”.

26.01.2023 15:11

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2023-01-26T15:11:00-03:00
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La historia comienza con Eddie Aikau, un nombre que se convirtió en leyenda para el mundo del surf. Él, guardavidas y surfista nacido en Maui, Hawái, pasó al Olimpo este deporte luego de su desaparición en 1978 cuando naufragó la Hokuñea, una canoa-catamarán de 18 metros con la que viajaba desde su archipiélago natal hasta Tahití. Es considerado junto a Duke Kahanamoku, el Gran Kahuna, de los surfistas más grandes de la historia del deporte.

En homenaje del primer salvavidas de la bahía de Waimea, que en 1986 la compañía Quiksilver fundó el Eddie Aikau Big Wave Invitational, considerado el más prestigioso torneo de surf del mundo, una competencia que no se hace todos los años, dado que solo se lleva a cabo cuando los organizadores consideran que el tamaño de las olas y las condiciones lo permiten. El “Eddie”, como se lo conoce cariñosamente, es considerado el “Super Bowl” del surf.

El pasado 22 de enero estuvo todo dado y por eso, después de siete años se celebró la edición 2023, donde acudieron los mejores surfistas del mundo.

Ahí es donde entra Luke Shepardson, una figura que a muchos recordó a Aikau, dado que también es nativo de Hawai y también es salvavidas, incluso del mismo lugar que el mítico surfista, de la bahía de Waimea. Aikau, fue el primer guardavidas de la costa norte de la isla de Oahu.

Siendo un surfista amateur, Shepardson obtuvo una puntuación de 89 sobre 90 y se consagró campeón del torneo, quitándole la oportunidad de ser el primero en alcanzar el bicampeonato a John John Florence, un surfista profesional de Hawái, que ganó en 2016. Esta edición, la de 2023, fue la primera en incluir mujeres en la competencia, siendo seis las surfistas que corrieron olas en el “Eddie”.

El guardavidas Luke Shepardson al consagrarse campeón del

El guardavidas Luke Shepardson al consagrarse campeón del "Eddie" - Foto: The Eddie Aikau Big Wave Invitational

A los 27 años, Shepardson entró a la lista de campeones que integran: Denton Miyamura (1986), Clyde Aikau (1987), Keone Downing (1990), Noah Johnson (1999), Ross Clarke-Jones (2001), Kelly Slater (2002), Bruce Irons (2004), Greg Long (2009) y John John Florence (2016).

El campeón aceptó su trofeo usando su traje amarillo de guardavidas y un clásico short de baños rojo y según consigna CNN, dijo que fue “un sueño hecho realidad” el mero hecho de participar en la competencia. Ganó 10.000 dólares por alcanzar el primer puesto.

Olas históricas de 8 metros

La hazaña de Shepardson se más notoria por las condiciones que hubo el día del torneo. El “Eddie” solo se celebra si se registran olas de más de 20 pies de altura (6,09 metros).

Según contó Santiago Giovannini, un surfista uruguayo que corrió olas en Waimea en el mismo momento que se estaba celebrando el evento, el pronostico marcaba que las olas iban a ser grandes “pero no gigantes”.

“Un amigo me manda un mensaje a las 5 de la mañana diciendo que la boya había marcado 27 pies (8,2 metros) a 18 segundos y que en 37 años que lleva viviendo acá nunca había visto ese registro de una boya, que iban a haber olas mega gigantes”, comentó.

Giovannini surfeó al mismo tiempo que se llevaba a cabo la competencia y describió el oleaje como “una carnicería”, dado que “había gente rebotando todo el tiempo”.

“Yo entré desde la playa remando, es supercomplicado. Tenés que primero meterte, fui un poco a la izquierda, pasé una rompiente, fui la derecha, pasé otra rompiente, me metí a la izquierda y tuve que mandarme pegado a la izquierda. Al mismo tiempo que entré yo entramos tres y los otros rebotaron y yo pasé. Y cuando entré, estaba en el canal, a la misma altura que los que están surfeando, entra una serie, se marca todo el horizonte, megagigante”, afirmó.

“No me daban los brazos para remar, porque además venís cansado, porque venís remando un montón, con chaleco. Eran unos molinos mis brazos para remar”, agregó y dijo que estima que llegaron a haber en esa serie olas de 30 pies de altura. “Las normales eran de 25 pies, pero de repente te caía una más grande”.